

CAPÍTULO 5
FACTOR HUMANO
INTRODUCCIÓN
El factor humano, o sea, el hombre y la mujer son los principales factores involucrados en el concepto de tránsito. Se ha comprobado que el factor humano es el responsable de la mayoría de los accidentes de tránsito; en Costa Rica más del 90 % se deben a él, y un alto porcentaje obedecen al desconocimiento o irrespeto de la normativa de tránsito.
Se analizan en este capítulo las principales características del factor humano y las condiciones que debe poseer una persona para estar habilitada para conducir.
En general, la persona que conduce un vehículo experimenta una extraña sensación de poder y dominio, que si no se canaliza adecuadamente puede ser causante de consecuencias fatales.
Para ser un buen conductor, concepto que significa mucho más que saber manejar un vehículo, se necesitan dos condiciones fundamentales:
-Saber maniobrar el vehículo.
-Tener actitud, conciencia y postura adecuada al conducir
Posición que debe tener el conductor
Para conducir con seguridad es fundamental conducir cómodo, implica llevar una postura correcta. Para poder reaccionar ante una eventual emergencia debemos encontrar la posición adecuada a nuestra talla, en cabeza, hombros, brazos, espalda, piernas y pies. Para conducir antes que todo debe estar bien sentado, ajuste el asiento en la posición adecuada. Recuerde que las piernas nunca deben tocar el borde del volante de dirección. Ambas manos sostienen el volante en posición del reloj a las nueve y quince, dar media vuelta al volante sin que los codos entren en contacto con el asiento o las partes del cuerpo. No olvide el usar el cinturón y verifique que las puertas estén cerradas.
CONDICIONES PARA EL MANEJO
Implican el necesario conocimiento de técnicas para la conducción, y la adquisición de la habilidad necesaria para conducir, lo que conocemos como maniobrabilidad.
Conocimientos sociales y técnicos
Debe comprenderse que al ser la vía pública el espacio físico donde se desarrolla la actividad humana, en ella la convivencia significa el ejercicio de valores sociales como la solidaridad, tolerancia, cortesía, respeto y comunicación con los demás usuarios de la vía.
Normas para la circulación
Todo conductor debe conocer la Ley de Tránsito vigente, así como entender la interpretación de sus diferentes normas. Es importante decir que el cumplimiento de las normas no necesariamente evita un accidente, pero siempre lo PREVIENE.
En el capítulo 6 de este manual se analizan y describen las principales normas de circulación que rigen en nuestro país.
Nociones elementales de mecánica automotriz
Se requieren conocimientos básicos que permitan solucionar una falla simple o, principalmente, detectar una falla de importancia en algunos de los sistemas del vehículo, en ese sentido, con estos conocimientos lograremos prevenir accidentes.
MANEJO SEGURO
Un "conductor profesional" además de manejar con la debida prudencia para evitar accidentes debe desarrollar hábitos de manejo que no desperdicien combustible y no contaminen el aire que respiramos, por ejemplo:
El círculo de seguridad: es una disciplina que debe tener el conductor para notar situaciones evidentes la cuales se deben corregir, revisión de llantas, luces, mufla, líquidos, escobillas, además de otras recomendaciones que se dan a continuación:
Mantener una distancia adecuada con el vehículo delantero para evitar continuos frenados y eventuales colisiones. El conductor debe medir la distancia segura respecto del vehículo que lo antecede, eligiendo un punto fijo seguro. Es importante mantener la distancia adecuada porque la distancia de frenado no solo está compuesta por la acción de frenado del vehículo, sino que también incluye el tiempo de acción y reacción del conductor que se estima en 1,5 segundos.
Es importante mantener la distancia adecuada porque la distancia de frenado no solo está compuesta por la acción de frenado del vehículo, sino que también incluye el tiempo de acción y reacción del conductor que se estima en 1,5 segundos.
-En caso de circular cerca de vehículos estacionados respetar una distancia prudencial con respecto a ellos, para evitar golpear una puerta o lesionar a una persona que se baje del vehículo por el lado de la calzada.
-Para los cambios de carril y de ingreso paralelo a la calzada, se debe mirar por sobre el hombro para medir adecuadamente.
-Debe tomarse en cuenta siempre la precaución extrema en zonas urbanas por la intervención de otros peatones y vehículos, por lo que se deben respetar los límites de velocidad en la zona.
-Apagar el motor si se va a tardar más de un minuto en marcha mínima sin movimiento
-No permitir que sean eliminados sensores, conexiones o dispositivos del vehículo, que el fabricante instaló como necesarios para lograr el mejor desempeño.
-No conducir con los pies sobre el pedal del freno o del embrague.
-Tan pronto como las condiciones del tránsito y la carretera lo permitan, realice el cambio de velocidad más alta (cuarta o quinta), sin sobrepasar los límites de velocidad permitidos.
-Mantener la presión de las llantas recomendada por el fabricante, revisándolas cuando estén frías.
-Medir el consumo de combustible del vehículo en kilómetros recorridos por litro consumido y procurar disminuirlo.
-Acelerar suavemente.
-Anticipar las paradas del vehículo para evitar las frenadas bruscas.
-Deshacerse de todo peso extra del vehículo.
-Preocuparse por tener siempre disponible y consultar cuando se requiera el manual del vehículo. En éste viene información muy valiosa, tal como:
-Presión del inflado de las llantas.
-Rango de revoluciones por minuto del motor (RPM) en el cual el vehículo tiene un consumo mínimo de combustible y a la vez obtiene una alta potencia, y por lo tanto se logra la máxima eficiencia del mismo.
-Especificaciones del tipo y calidad de los lubricantes requeridos.
La forma de conducir hace la diferencia entre no desgastar el vehículo, ahorrar combustible, no contaminar el ambiente y ante todo evitar accidentes.
Procesos de la conducción
Debe tenerse en consideración que en la conducción intervienen los siguientes procesos:
-Percepción: Es el contacto que tiene el conductor con el ambiente que le rodea, principalmente por medio de sus sentidos: tacto, vista, oído y olfato.
-Intelección: El conductor interpreta los estímulos que percibe de acuerdo con sus conocimientos y experiencias.
-Volición: Como resultado de los puntos anteriores, el conductor reacciona y toma decisiones en su manejo.
Prevención de accidentes
Con base en los procesos anteriores, el "buen conductor" tomará siempre las decisiones más adecuadas que le permitan evitar o prevenir un accidente. En este punto es importante mencionar la importancia del concepto de manejo seguro al conducir, que consiste en una serie de buenos hábitos preventivos mediante los cuales se evitan accidentes de tránsito.
Podemos decir que quien maneja a la defensiva debe: ESPERAR TODO, IMAGINAR TODO y SUPONER TODO.
El manejo seguro inicia con la revisión diaria del vehículo, técnicamente esto se conoce como el círculo de seguridad.
Al manejar con la debida prudencia debe estar siempre alerta por cualquier eventualidad en las vías, anticipar los errores de otros conductores o peatones y estar alerta de sus propios errores.
En síntesis, quien maneja prudentemente es precavido en extremo y evita todo exceso de confianza en el momento de manejar y circular.
Planificar la ruta de viaje
-El conductor debe elaborar un trazado de ruta considerando su nivel de destreza y conocimiento del sistema de tránsito.
-Aprovechar las capacidades de su vehículo, optimizar los medios disponibles que tenga.
-De acuerdo al tipo de ruta se deben considerar las características del vehículo (doble tracción o sencilla)
-Aprenda a planificar un viaje de acuerdo al grado de dificultad qué éste pueda tener.
-Saber cómo colocar el equipaje de manera segura, por ejemplo, en viajes largos.
-Disponer de información climatológica.
-Saber interpretar un mapa de ruta.
-Configurar y utilizar equipo GPS, si se dispone del mismo.
-Conocer rutas alternas.
-Tener un plan B
Aptitud y habilidad de manejo
Todo lo que se aprende de teoría, en materia de tránsito, debe reflejarse en la práctica. El que aspira a conducir un vehículo debe demostrar mediante un examen de manejo el dominio del vehículo y su respuesta en una corriente normal de circulación.
La Ley de Tránsito establece en su artículo 84, inciso e), la obligatoriedad del cumplimiento de este requisito.
Es importante decir que no por haber sido superada la prueba, se puede considerar formado al conductor, sino que apenas posee los conocimientos y práctica mínima para que se le habilite como conductor, por lo que se le considera conductor novato durante los primeros tres años de haber obtenido su licencia.
Será la práctica constante y continua y la experiencia en el manejo, lo que le llevará a eliminar sus deficiencias y a fortalecer sus habilidades para conducir eficientemente un vehículo.
CONDICIONES DE SALUD
Manejar un vehículo no solo implica saber hacerlo, sino también poder hacerlo. Eso significa que el conductor debe tener las condiciones físicosíquicas adecuadas para hacerlo.
Los problemas de salud que impiden conducir pueden ser transitorios o permanentes. En cuanto a los transitorios, el impedimento termina cuando sea superado (Ejemplo: fatiga). En los permanentes, la causa permanece en el tiempo, en su mayoría estas condiciones no significan una prohibición para el manejo, sino una desventaja que debe ser contrarrestada por quien la padece, por otro lado si el problema es severo sí representaría una prohibición para la conducción. (Ejemplo: problemas de visión graves.)
Cuando el problema es emocional, igualmente las causas pueden ser transitorias o permanentes, pero resulta mucho más difícil determinarlas, e incluso detectarlas salvo cuando son graves y evidentes.
Un ejemplo de esto son los estados de alteración por problemas, conflictos y otros factores que impidan tener la mente clara para una buena conducción.
Impedimentos permanentes
Se encuentra dentro de esta clasificación discapacidades (pérdida de algún miembro o sentido) o graves enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y epilepsia.
En el momento de realizar el examen médico para obtener la licencia, el médico debe detectarlas y determinar cuáles de estas no representarían impedimento para el manejo y cuáles deberán ser remitidas al Colegio de Médicos y Cirujanos para una valoración más exhaustiva y sería este el que emita el criterio de si se es apto o no para conducir.
Es claro que ciertas deficiencias físicas pueden ser suplidas con adaptaciones en los controles de los vehículos, pero ello implica que solo esa persona podrá conducir tal vehículo y no otro.
Condiciones transitorias o eventuales
Son ocasionales y, generalmente, se pueden prevenir. Pueden ser físicas o síquicas.
Condiciones físicas
Los casos más corrientes son:
Fatiga: Se origina por el exceso de esfuerzo físico o intelectual del conductor. Se puede manifestar mediante sueño o falta de concentración.
Contaminación: Puede ser provocada por gases provenientes del motor, si los sistemas de escape no están en buen estado, o por gases provenientes del exterior. Pueden provocar somnolencia, ardor en los ojos, molestias en la garganta, entre otros.
Intoxicación: Se puede dar por el consumo de drogas en general o medicamentos.
El sueño
El sueño al conducir es un factor de riesgo que se relaciona con una buena parte de los accidentes de tránsito, sobre todo en el sector profesional. Es casi siempre provocado por 3 factores:
-La hora del día en que se maneja: siendo la madrugada y las primeras horas de la tarde los momentos de mayor incidencia.
-La monotonía del viaje: por ello la estimulación ambiental anima al conductor, encender la radio o una conversación interesante con el resto de ocupantes mantendrá alerta al conductor, pero evitando también las distracciones.
-El no tener las horas adecuadas de sueño: la vigilia es una causa directa de la somnolencia, las personas deben dormir en promedio de 6 a 8 horas dependiendo de la edad.
La somnolencia afecta la capacidad de conducir en cuanto a que se incrementa el tiempo de reacción, se pierde la concentración dando lugar a distracciones varias, la toma de decisiones es más lenta y menos precisa, se alteran las funciones sensoriales, perceptivas y motoras, aparecen los microsueños en los que se permanece ajeno a la situación del tránsito. Se recomienda descansar unos 20 minutos, cada dos o tres horas de manejo, sobre todo en recorridos largos, para evitar dormirse y provocar un accidente de fatales consecuencias. Como invadir el carril contrario, chocar con un objeto fijo o irse a un guindo.
Medicamentos
Se producen numerosos accidentes, porque el conductor no conserva el pleno ejercicio de sus aptitudes por la ingestión de medicamentos.
En ese sentido, es muy importante que el médico indique a la persona si el medicamento que le receta tiene algún efecto secundario que pueda afectar la conducción, disminuyendo así el riesgo de un accidente.
Alcohol y conducción
La acción del alcohol que interesa desde el punto de vista de la seguridad vial es la referente al sistema nervioso, pues de ella dependen las modificaciones en las aptitudes y comportamientos del conductor.
En una primera etapa, el alcohol produce un estado de desinhibición que se traduce en una aparente estimulación, de tal forma que se produce una disminución de la capacidad de atención y de procesar la información sensorial que llega al cerebro desde distintas fuentes, por ello las funciones que requieren estado de alerta y decisiones rápidas, es decir, aquellas en que interviene el tiempo de reacción, son las que primero se van a ver afectadas.
A medida que aumenta la concentración de alcohol se generaliza la depresión central, se produce una disminución de la capacidad auditiva y asociativa, pérdida de reflejos y sueño. De ahí que el alcohol es sumamente peligroso a la hora de conducir.
OTROS ASPECTOS IMPORTANTES SOBRE EL ACOHOL Y LA CONDUCCIÓN
El propio organismo humano produce cierta cantidad de alcohol que recibe el nombre de endógeno y que no sobrepasa la cantidad de 0,03 gramos por litro de sangre en condiciones normales. Este alcohol procede de fermentos y es susceptible de aumentar ante infecciones o ingesta elevada de hidratos de carbono.
El alcohol (etanol) es una sustancia química que, tras ser ingerida, no es transformada por los jugos digestivos del estómago o del intestino, como los alimentos, sino que pasa directa y muy rápidamente, sobre todo en ayunas, a la sangre desde donde se distribuye a los diferentes tejidos del organismo. Se le llama alcoholimetría a la concentración de alcohol en la sangre o el alcohol en aire espirado, estos son los dos mecanismos que actualmente se utilizan como
“test” para comprobar la cantidad de alcohol presente según los parámetros establecidos por la Ley de Tránsito.
Es muy importante considerar que la concentración de alcohol en la sangre no es constante tras la ingesta de una misma cantidad de alcohol, varía entre personas distintas y en el mismo individuo con el tiempo.
En definitiva, el alcohol es incompatible con una conducción segura, fundamentalmente porque:
-Crea un. falso estado de euforia, seguridad, optimismo y confianza en sí mismo.
-Disminuye los reflejos, aumentando el tiempo de reacción.
-Disminuye la visión y la percepción, reduciendo el campo visual.
-Disminuye la capacidad de movimientos.
-Modifica las capacidades mentales de: juicio, razonamiento, atención y concentración, estado de ánimo.
-Produce sueño y fatiga.
-Aumenta la despreocupación, la temeridad y la agresividad.
-Da una falsa apreciación de distancias y velocidades.
-Modifica la apreciación o valoración del riesgo, aumentando la posibilidad de que se produzcan accidentes.
-El estado de euforia, seguridad, optimismo y confianza en sí mismo, lleva al conductor a sobrevalorar sus propias capacidades, a un exceso de confianza en sí mismo y a despreciar el peligro.
-El aumento del tiempo de reacción se refleja en que, si el conductor está bajo los efectos del alcohol, ese tiempo normal de reacción se alarga y, por consiguiente, aumenta la distancia recorrida desde que el conductor percibe la señal o el peligro hasta que actúa sobre los mandos del vehículo, ya que la transmisión de las órdenes del cerebro a pies y manos se hace más lenta, se frena más tarde o nunca antes de llegar al punto de peligro, provocando con ello un inminente accidente de tránsito.
Condiciones emocionales o mentales
Son alteraciones de conducta que pueden afectar la capacidad del conductor para manejar con seguridad.
Entre las principales alteraciones de conducta que pueden afectar la capacidad del conductor para manejar con seguridad, se encuentran: alteraciones nerviosas o emocionales, frustración, baja tolerancia y algunas más graves como:
-Homeostasis: La homeostasis de la capacidad de la carga mental mientras se está manejando, es un fenómeno que pueden sufrir los conductores cuando la tarea de manejo le resulta muy sencilla. Al detectar que es muy fácil, la carga mental exigida por la tarea es menor a la capacidad mental del conductor, lo cual, hace que el conductor tienda a cubrir esa carencia de exigencia mental tomando acciones que elevan la dificultad del manejo, usualmente haciendo que aumente la velocidad.
Esto puede ser peligroso porque las condiciones viales pueden cambiar de seguras a peligrosas repentinamente, o que aumenta el riesgo de accidentes de tránsito. En otras palabras, no se debe aumentar la velocidad cuando se siente que la conducción del vehículo es muy sencilla, porque eso puede aumentar el riesgo de accidentes.
Exhibicionismo: Es el conductor que trata de demostrar habilidades poco corrientes: conducir con una mano, escuchar radio con alto volumen, hacer ruidos con la bocina, entre otros.
Temeridad: donde el conductor es audaz, atrevido e irresponsable.
Negligencia: es aquel conductor descuidado, perezoso, que no revisa su vehículo y no se concentra en la conducción .
Cólera-ira: el conductor sufre alteraciones de su conducta normal, por lo que su comportamiento es agresivo y peligroso.
Distracción: es la fijación en la mente de una idea que lo aparta de la conducción, ejemplo: hablar por el celular, comer, fumar, cambiar la radio, mirar publicidad entre otros.
Ligereza: es aquel conductor que no distingue variantes en un mismo tramo de la carretera, por lo que no se adapta al medio y conduce igual a toda hora y lugar.
Vanidad:es aquel conductor que tiene desprecio por los demás conductores, reprocha los errores de los demás, pero no admite que lo corrijan.
Susceptible: es aquel conductor delicado que se molesta con cualquier cosa y su conducta se altera con facilidad.
Agresividad: es aquel conductor que adelanta por la derecha, suena la bocina, realiza señales insultantes, grita e irrespeta a los demás.
Cuando el conductor se sienta alterado por alguna de estas causas, se recomienda:
-Hacer ejercicio físico.
-Contar la situación a algún(a) amigo(a) o compañero(a) de trabajo.
-Confiar el manejo de su automóvil a otra persona.
-Si necesariamente tiene que conducir, tratar de relajarse y concentrarse únicamente en el proceso de conducción.
-Para relajarse, inhalar y exhalar profundamente, puede también hablar consigo mismo o contar hasta 10.
CONDICIONES FORMALES
Según lo dispuesto en la Ley de Tránsito, existen condiciones o requisitos de tipo formal para conducir un vehículo:
-Tener vigente la licencia de conducir.
-Que el vehículo tenga su derecho de circulación.
-Revisión vehicular al día.
-Placas en buen estado.
-Título de propiedad.
-Cumplir con lo estipulado en los artículos 32, 33, 34, 35 y 36.
Según sea el tipo de vehículo que se conduzca. Existen diferentes clases de licencias de conducir: según se menciona en capítulo 2 del presente manual, artículos 85, 86, 87 y 88 de la Ley de Tránsito 9078.
Específicamente, la Ley de Tránsito sanciona con una multa categoría C a quien conduzca sin portar la licencia de conducir correspondiente.
CONDUCCIÓN NOCTURNA
No obstante, de que en la noche conducen menos personas que en el día, suceden más accidentes.
Al caer la tarde y durante la noche ocurren aproximadamente el 80 % de los accidentes registrados durante las 24 horas.
Si bien es cierto que no es lo mismo conducir de día que de noche, hay conductores que no se dan cuenta de la diferencia, y conducen de noche en la misma forma en que lo hacen durante el día.
Básicamente la conducción nocturna depende de tres elementos fundamentales:
a) La velocidad
b) La visibilidad
e) La iluminación
La velocidad
Debe mantenerse a la mitad de la que se usa en el día, y si está lloviendo debe reducirse aún más, dentro del proceso de adaptación. La velocidad debe estar en relación con el alcance del cono de luz y el tiempo que se tarda en recorrer ese espacio.
Se debe tomar en cuenta que cuando se circula en lugares sin iluminación es posible sobrepasar el alcance de las luces si se viaja muy rápido, esto se considera un factor de riesgo por la poca visibilidad que se tiene, en estos casos se recomienda el uso de luces largas, siempre y cuando no nos crucemos con otro vehículo en sentido contrario o sigamos a otro, en tal caso se debe usar luz corta para no encandilar.
Se recomienda siempre una velocidad adecuada a las condiciones de iluminación o de clima.
Visibilidad
En la noche se ve el 50 % menos de lo que puede verse en el día. Los peatones se ven menos en la noche, especialmente si no llevan ropas claras o algún dispositivo luminoso o retrorreflectivo según se recomienda.
Si usted tiene problemas de visión nocturna, eso indica que usted debe abstenerse de conducir en la noche, puesto que padece la ceguera nocturna. Al conducir evite mirar directamente al lado izquierdo cuando venga otro vehículo en sentido contrario que trae luces altas o largas. Así, usted no será deslumbrado o encandilado, o sea, que se le provoque una pérdida momentánea de visión que puede durar fracciones de segundo, lo cual, se conoce como tiempo de recuperación. Este tiempo en personas jóvenes es muy corto, en tanto que para los conductores de mayor edad es mucho más prolongado. No debe perder de vista que durante el tiempo de recuperación el vehículo está en movimiento, lo que constituye un inminente peligro.
La iluminación
Es también muy importante tomar en cuenta la iluminación de la vía. En Costa Rica son muy pocas las vías que tienen una iluminación regular. Los cambios que se producen en las carreteras al entrar o salir de un túnel, o en las ciudades con rótulos luminosos que influyen mucho en la iluminación, y en especial en la percepción de objetos o personas próximas a la vía.
La iluminación del vehículo es importante. Usted debe indicar su presencia en la carretera en todo momento, esto significa aplicar el principio de VER Y SER VISTO, ya sea cuando se está circulando o bien estacionado, como luego lo explicaremos.
Los focos de su vehículo deben estar bien alineados, proyectados hacia las áreas de la vía que deben ser visibles mientras se ejerce la conducción.
Las luces altas se usan cuando se conduce en carretera abierta, mientras no haya vehículos cerca o de frente. Aun con buena iluminación, se debe reducir la velocidad y guardar todas las precauciones necesarias. Recuerde usar la luz baja cuando tiene de frente a otro vehículo, circula por la ciudad o cuando esté siguiendo a otro vehículo.
El artículo 103, inciso a, obliga a encender las luces de las 6:00 p.m. hasta las 6:00 a.m. Desde luego, se deben encender las luces a cualquier hora del día si hubiese algún problema natural que afecte la visibilidad. Si se irrespeta esta obligación, se tomará como una conducción descuidada y peligrosa. En el caso de las bicimotos, motocicletas y UTV deben mantener las luces encendidas durante todo su recorrido, sin importar la hora.
Consejos para la conducción nocturna
1.Reduzca la velocidad a la mitad de la usada normalmente en el día.
2.La luz alta o larga debe cambiarse por la luz corta 150 m antes de que un vehículo se cruce con otro en línea recta; o bien, antes de entrar a una curva.
3.Las luces de un vehículo deben ser visibles a 250 m de distancia; para ello, debe mantenerlas limpias y en buen estado.
4.Evite mirar directamente al lado izquierdo de su vehículo cuando venga otro en sentido contrario; su vista debe dirigirla hacia el lado derecho, mirar la línea de borde o la orilla.
5.Si va a adelantar a un vehículo de noche, avísele por medio de un cambio rápido de luces.
6.Si el vehículo que viene en sentido contrario trae luces altas o largas, y usted le pide un cambio de luz y no quiere hacerlo, no ponga también luces altas, mantenga la luz baja hasta salir de la situación.
No establezca una guerra de luces. Usted no sabe si la persona que viene en contra padece de ceguera nocturna; o bien, si tiene otro problema. Lo que usted debe hacer es reducir su velocidad y orillarse a la derecha, manteniendo su lugar.
7.Evite orillarse demasiado a la derecha porque puede caer al espaldón de zacate y resbalar.
8.Cuando usted está adelantando o siguiendo a otro vehículo debe bajar sus luces para no deslumbrar al conductor de adelante.
ESTACIONAMIENTO DE EMERGENCIA
Si se detiene sobre la vía, debe hacerlo observando las siguientes indicaciones:
a)Busque un tramo recto.
b) Si el daño no fuera eléctrico, indicar por medio de las luces direccionales que nos vamos a detener, y luego, accionar las luces de emergencia para indicar que tenemos una situación de emergencia.
c) Saque el vehículo de la vía, si se encuentra en una vía rural debe hacerlo sobre el espaldón, si se encuentra en una vía urbana deberá hacerlo sobre la calzada, junto al cordón de la acera y paralelo a ella.
d) No permita que alguien descienda del vehículo por la puerta izquierda, sino por la derecha, cuando el vehículo esté detenido.
e) Ponga inmediatamente los triángulos de seguridad o dispositivo análogo.
f) Coloque correctamente los triángulos de seguridad: uno adelante, en la línea divisoria de carriles, a 15 m de su vehículo, el otro, detrás, a 90 m.
g) Preste especial atención a las señales preventivas y reglamentarias que encuentre en la vía.
h) Si no tuviere triángulos (es obligatorio portarlos), debe poner unas ramas prensadas y, si es posible, una tela blanca (lo blanco es más visible).